16 julio 2007

El Galpón José Luis: Milagro a la hora del Café

Ya he comentado en varias ocasiones lo difícil que es encontrar un lugar agradable donde desayunar en esta ciudad (Madrid) en la que la hostelería pierde calidad por horas, el café se ha convertido en un aguachirli asquerosa y a las siete y media de la mañana cualquier cafetería tiene el mismo volumen musical que un after hours.

A esto se le va sumando que, si ya el local no acompaña, el paisanaje a esas horas lo empeora, pues deja bastante que desear en su educación y civismo.

Creo que conozco ya casi todos los locales en varios kilómetros a la redonda. He estado yendo por temporadas a diferentes cafeterías, muchas de ellas propia de desayuno obrerete acompañado de carajillo y fritanga, con densa niebla de tabaco y voces a decibelios insuperables.

Finalmente, he encontrado ya hace tiempo un lugar medianamente decente: agradable, con buen servicio, camareros de uniforme, poca gente, un café normal (no se puede ya pedir más: simplemente sabe a café mediocre, al menos si lo pides cargado para evitar que sea agua manchada). En fin, un lugar agradable, además de un local moderno, bonito y limpio. Se trata de un local de la cadena José Luis llamado El Galpón (en el polígono industrial de Alcobendas).


La única pega es que a esas horas somos pocos y la gente de la cocina se despacha a gusto con sus voces y la música lolaila que les debe permitir enchufarse a la vida por la mañana.

Pues bien, la sorpresa es que el viernes pasado estaba alguien con más "galones" que el resto del personal a esa hora y les estaba echando una bronca monumental (y nada discreta) por tener la música. Al grito de "esto no es una discoteca" apagó la radio y dejó indicado que se había acabado eso de poner la radio a tal volumen.

Yo estaba encantado. No podía imaginarme que, a aquellas horas, me pudiera encontrar allí a alguien con mis mismas manías. Juré fidelidad eterna al local y disfruté los últimos sorbos del café con una paz infinita.

Lamentablemente, parece que luego llegó la negociación y los siguientes días volvimos a las andadas, aunque, eso sí, un volumen más discreto de lo que ya lo era antes (en realidad la música estaba en la zona de cocina, no en la de atención al público.

Si a esa cierta paz le sumas que apenas hemos coincidido nunca más de 10 personas, que es amplio, que si quieres una tostada de pan con aceite a veces tienen unas fantástica chapatitas y que el servicio se esmera en atenderte correctamente, entonces puedes perdonarles hasta la fascistada de que la única prensa que tengan disponible sea la deportiva y las ultramontanas El inMundo, La sinRazón y el ABC.

Como restaurante solo lo he probado en lso menús diarios y es bastante vulgar. Queda pendiente ir alguna noche a cenar a su terraza que, en época menos calurosa puede resultar bastante agradable a pesar del entorno industrial en que se encuentra.

15 julio 2007

Los 70

Todo fue soportable hasta los 70

01 julio 2007

María Bethania: Maricotinha ao vivo"

Tras unos días de cambio e inestabilidad, se va acercando de nuevo la calma que permite la reiteración de lo bueno conocido, el disfrute de lo que no necesita ser descubierto, y el descubrimiento de algunas cosas que merecen ser disfrutadas.

Podré prescindir por fin del cabreo inherente a la función consumidor (perceptible en mis últimos posts: lo siento), para centrarme en el gozo sibarita y autista que provoca el conocimiento claro de mis sensibilidades.

Un síntoma de la vuelta de la tranquilidad es tener tiempo para disfrutar de esas músicas que se unen a la vida como si no mereciese la pena vivir sin ellas.

María Bethania forma parte de esos pocos autores que se convierten en indispensables desde el primer día que los escuchas. Es fantástica además en directo (en los discos y dvd que he visto, pues nunca he ido a un concierto suyo: mi creciente sociopatía me lo impide)



Hoy he vuelto a escuchar "Maricotinha ao vivo". No solo la música es excelente. Las letras, como en casi toda la bossa, son maravillosas, hasta el punto de que algunas se reducen a un mero recitativo emocionante.

Cuenta Caetano Veloso, hermano de Maria Bethania, en su autobiografía "Verdad tropical" que el eligió su nombre cuando tenía cuatro años, sacándolo de una canción que decía "María Bethania, tu es para mim / senhora do engenho". Parece entonces que ambos son producto de la música desde la infancia. Ambos llenan nuestras vidas de música. Ambos son una exquisita razón para la envidia y la insatisfacción.

Muchas de sus canciones me parecen excelentes. Pero me resultan especialmente hermosas las de "Quereres" (compuesta por Cetano Veloso)

"Eu te quero e não queres como sou / não te quero e não queres como és / Onde queres comício, flipper vídeo/ e onde queres romance, rock'nroll / Onde queres a lua eu sou o sol/ onde a pura natura, o inceticídeo / E onde queres mistério eu sou a luz"

Y, desde luego, aunque no está en este dvd, pero sí en el también genial "Maria Bethania ao vivo" la letra de Reconvexo (también del hermanísimo):

"Eu sou o preto norte-americano forte com um brinco de/
ouro na orelha/
Eu sou a flor da primeira música,/
A mais velha e mas nova espada e seu corte/
Eu sou o cheiro dos livros desesperados, sou Gitá gogoya/
Seu olho me olha, mas não me pode alcançar/
Não tenho escolha, careta, vou descartar/
Quem não rezou a novena de Dona Canô/
Quem não seguiu o mendigo Joãozinho Beija-Flor/
Quem não amou a elegância sutil de Bobô/
Quem não é recôncavo e nem pode ser reconvexo."

Si Caeteano genera estas letras casi perfectas, la interpretación de María las mejora y nos mejora el disfrute de unos momentos que se hacen cortos pero se recuerdan eternamente.