14 agosto 2010

Guia de Ourense. Por capítulos. I. Centro


No puedo hacer una valoración neutra de esta ciudad ya que, para mí, no es solo un destino o un lugar donde pasar unos días sino el referente de mi memoria.


Aparte de disfrutar allí de algunos lugares y visitas recomendables, cada uno de esos lugares trae consigo el recuerdo, a veces nostálgico por alguna pérdida, a veces nostálgico solo de otro tiempo, de un entorno que me acompañó durante muchos años. Por eso requerirá de más de un post. Empecemos por la parte más turístico / útil.


Sin duda, en Ourense hoy solo cabe recomendar el casco viejo y un par de calles más. Como casi todas las ciudades medias de España, su crecimiento en la última mitad del siglo XX solo aportó feísmo y degradación a la ciudad.


En los últimos años, siguiendo algunas iniciativas de recuperación y aprovechando fondos europeos para intentar obtener una mayor cuota de ingresos de turismo (ya que el resto de actividades productivas aquí son muy marginales) se llevaron a cabo algunas iniciativas de revitalización y embellecimiento que han hecho que, al menos, algunos puntos hayan sido restaurados y revitalizados con gusto.


Hoy, prácticamente todo el casco viejo es peatonal, haciendo de ella una ciudad muy agradable para el paseo. Concretamente, su arteria ciudadana principal se llama así, el Paseo (donde se puede uno encontrar a todos los conocidos que tenga en la ciudad, todos ellos bien maqueados y puestos, como corresponde a cualquier ciudad de provincias)


Este paseo une el casco viejo con el Parque de San Lázaro, aprovechando una cota plana de la ciudad (Ourense está en un cajón excavado por el Miño que genera en verano un tremendo calor húmedo al estar encerrado el valle entre las colinas que la rodean y en invierno persistentes nieblas).

El de San Lázaro es un pequeño parque urbano con agradables terrazas, y una robusta estatua creo que de Asorey, dedicada a las victimas de la guerra civil (ahora a los dos bandos; antes, todos sabemos a cual)


A los que no te encuentres en el Paseo, los tendrás en la zona de vinos, en la zona vieja de la que parten las calles que van a dar al Parque. En apenas 400 metros, los que van en las calles de Pizarro y Lepanto, encontrarás no menos de 70 bares, tascas y restaurantes donde a mediodía y en la tarde-noche de cualquier días encontrarás a un gran número de parroquianos disfrutando de vinos y cervezas al lado de unas tapas de queso, tortilla, empanada, pulpo o lo que caiga. Y en casi todos ellos con la misma buena calidad.


Aún así, recomendaré aquellos por los que siento especial predilección, más allá del Bacelo (el más agradable para sentarse en un ambiente relajado, como ya he escrito).

1) Alpendre, justo al inicio de la calle Pizarro, tras la Catedral. Un lugar agradable par aun vino rápido y una nbuen atapa de empanada, por el ambiente de buenserfvcio y buen copmpadreo parroquiano que en él hay.

2) Arco da Vella, por sus quesos y buen pan

3) Dos Puertas, por sus famosos chicharrones, casquería (no aptos para estomagos delicados.

4) Porta da Pía, un lugar que destaca por su excepcional teraza con jardín



Fuera ya de este circuito, pero muy cerca de la zona, apenas dos calles más abajo, en la plazuela Eirociño dos Cabaleiros, uno de los rincones más hermoisos de Ourense y donde se ha conservado mejor la vieja estructura medieval de la ciudad, dos locales a destacar: Casa de María Andrea, con sus exquisitas patatas fritas caseras como aperitivo, y el tradicional Queixo Pan e Viño. Un local clásico en la ciudad aunque ha estado en otras ubicaciones. Aquí, si el tiempo acompaña, merece la pena subir a la terraza superior donde en tradicionales bancos corridos se puede disfrutar también de los clásicos de la cocina gallega, junto a una exquisitas ensaladas (¿porqué ya no saben así las lechugas y los tomates de supermercado?) o chipirones.


En fin, seguiré con las recomendaciones sobre esta ciudad en nuevos post, pasando a otros elementos de interés como su historia arquitectura o poblaciones de los alrededores, con especial atención a la Catedral, la plaza de abastos, los monasterios de la ribera del Sil y San Pedro de Rocas.